Observatorio de la Imagen de las Mujeres (OIM)
del Instituto de las Mujeres
4/12/25 – El Instituto de las Mujeres, organismo autónomo adscrito al Ministerio de Igualdad, pone en marcha un nuevo proyecto para monitorizar y analizar la violencia, el machismo y la discriminación presentes en la manosfera, con el objetivo de comprender y visibilizar las nuevas formas de misoginia que emergen en los entornos digitales.
Este proyecto será impulsado desde el Observatorio de la Imagen de las Mujeres (OIM), que ha identificado que los discursos de odio misógino en el entorno digital no son comentarios aislados, sino relatos, memes, hilos o respuestas que, bajo apariencia de opinión, humor o sentido común, reproducen y refuerzan la discriminación de las mujeres. Según afirma la directora del Instituto de las Mujeres, Cristina Hernández,” configuran un auténtico ecosistema de hostilidad digital que busca desgastar la legitimidad de las mujeres en el espacio público y frenar el avance de derechos mediante la violencia simbólica”.
A través de estos informes, dirigidos a toda la ciudadanía y especialmente a profesionales de la información y de la educación, el Instituto de las Mujeres pretende identificar las dinámicas de misoginia digital, visibilizar sus mecanismos y avanzar en su prevención y erradicación.
El Observatorio de la Imagen de las Mujeres es un servicio del Instituto de las Mujeres dedicado a analizar, evaluar y promover una representación igualitaria y no sexista de las mujeres en los medios, la publicidad y los entornos digitales. Es además una herramienta de participación ciudadana, cuyo compromiso resulta imprescindible para mejorar las políticas públicas de igualdad. Con la publicación hoy del informe
Análisis del discurso misógino en redes: una aproximación al uso del término “Charo” en la cultura del odio
se inicia una nueva etapa de trabajo centrada en la monitorización de la misoginia on-line.
El término “Charo” y las consecuencias de su uso en las redes
El Instituto de las Mujeres tiene entre sus funciones velar por un tratamiento no sexista de la imagen de las mujeres —también en el entorno digital— y atender las quejas ciudadanas recibidas a través del Observatorio de la Imagen de las Mujeres (OIM).
En el último año, el Observatorio ha recibido quejas que alertan del uso y difusión del término “Charo”, una categoría que reduce a las mujeres a una representación homogénea, degradada y situada jerárquicamente en una posición de inferioridad intelectual y social. Este estereotipo las presenta como inútiles, ridículas o ignorantes, reforzando dinámicas sociales de desprecio hacia las mujeres.
Según el informe que hoy se publica en la web del Instituto, el uso del término “Charo” se dirige principalmente a mujeres vinculadas a la política y al feminismo, convirtiéndolas en objeto de burla y ataque como respuesta a sus propuestas de cambio social o a su defensa pública de los avances feministas.
Bajo un mismo insulto se agrupan mujeres diversas que comparten un rasgo común: alejarse de las expectativas y roles de género asignados y ocupar un espacio público desde posiciones feministas. El término “Charo” cuestiona su competencia, intenta deslegitimar su profesionalidad y opera como un mecanismo de castigo simbólico frente a su autoridad y autonomía.
El informe desgrana el origen del término “Charo”, los espacios digitales en los que se utiliza y las consecuencias de su creciente normalización, con especial atención al impacto que tiene en las mujeres jóvenes.
En este sentido, el trabajo profundiza en cómo la viralización del término dificulta que la juventud identifique referentes feministas positivos, al reforzar la idea de que la participación pública de las mujeres es objeto de burla y estigmatización.
“Intentar desprestigiar a las feministas y al feminismo forma parte de una estrategia de silenciamiento que los movimientos antidemocráticos están impulsando a escala global y, precisamente por eso, desde las instituciones estamos obligadas a señalar y desactivar estas estrategias”, ha recalcado Cristina Hernández.
Una nueva etapa para el Observatorio de la Imagen de las Mujeres
El Observatorio de la Imagen de las Mujeres creado en 1994, trabaja para garantizar que la representación de las mujeres en la publicidad, los medios de comunicación y otros canales de difusión esté libre de estereotipos sexistas y discriminatorios. En sus 30 años
de trayectoria ha recibido más de 20.000 quejas ciudadanas, contribuyendo a visibilizar y transformar las imágenes sexistas, reforzando así la igualdad de género en el ámbito simbólico y cultural.
“Monitorizar las narrativas misóginas en internet es fundamental, porque hoy los entornos digitales son uno de los espacios con mayor repercusión política. Lo que ocurre en redes no se queda ahí: condiciona percepciones sociales, influye en el debate público y acaba impactando en la vida de las mujeres. Si no analizamos estas dinámicas, permitimos que discursos de odio y desprecio hacia las mujeres se normalicen y se conviertan en marcos de opinión. Por eso es imprescindible contar con herramientas que identifiquen estas narrativas y nos permitan prevenir sus efectos”, ha señalado la directora del Instituto de las Mujeres, Cristina Hernández.